Los recursos humanos, las infraestructuras o las ventajas fiscales son los tres factores más destacables por los que una empresa puede decidir establecerse en Marruecos.
España es el segundo inversor en el país por detrás de Francia. En 2011 se invirtieron 139 millones de euros repartidos en los siguientes sectores:
De ahí que los sectores con mayor presencia de empresas españolas sean la industria, el turimo, el sector inmobiliario y la banca. Durante 2011, las inversiones españolas se incrementaron un 2% frente al retroceso de un 3% de Francia.
El miedo a la burocracia y a la corrupción, son los aspectos negativos que frenan a los empresarios para invertir en el país. No obstante, para mejorar esta situación, el Gobierno cuenta con la Agencia Marroquí de Desarrollo de Inversiones (AMDI) cuya función es la de mejorar las relaciones económicas con inversores extranjeros.
Un informe del IESE destaca las buenas relaciones comerciales entre la UE y Marruecos. En 1996 se firmó un Estatuto Avanzado entre ambos, que se completó con la entrada en vigor de la zona de libre comercio entre ambos territorios.
Fuente: La Vanguardia