Comercios de Zaragoza que ya saben cómo mejorar

El mostrador de Sanylum, un comercio situado en el número 26 de la zaragozana calle José Oto, se encuentra al lado de la puerta de entrada del negocio. “La gente entra pero se queda aquí parada, así que no recorre la tienda y no ve el género. Quiero cambiar la fachada y el escaparate, pero lo primero que haré será colocar el mostrador en el fondo de la tienda, tal y como me han recomendado”, asegura José Miguel López Palomar, el dueño del negocio. Sanylum es uno de los comercios que participa en el Programa de Consolidación y Crecimiento del Comercio, impulsado por las Cámaras de Comercio e Industria y el Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, que ha permitido que ya se hayan realizado más de 200 consultorías en tiendas de Zaragoza y provincia.

El programa contribuye a que los establecimientos impulsen su estrategia comercial y mejoren el uso de las tecnologías y el comercio electrónico, entre otras estrategias. El objetivo: impulsar el crecimiento del comercio minorista. El programa permite que los comercios reciban una orientación especializada gratuita para que detecten cuáles son sus principales oportunidades de mejora y puedan iniciar su proceso de consolidación o crecimiento en la coyuntura actual. “Todos tenemos ideas y a veces crees que lo estás haciendo bien, pero es bueno que venga alguien de fuera que entiende del tema y te proponga soluciones”, afirma el responsable de Sanylum.

Las acciones del programa de consolidación y crecimiento se desarrollan tanto a través de consultorías individuales como conjuntas. Entre las acciones personalizadas se encuentra el análisis del punto de venta, el cliente misterioso, la evaluación de competencias, un plan de mejora profesional, coaching, análisis económico-financiero, análisis de las tecnologías de las que dispone el establecimiento y del comercio electrónico y, por último, la publicidad. Las consultorías conjuntas se desarrollan a través del benchmarking y los viajes de crecimiento empresarial, en los que se aprende de buenas prácticas que llevan a cabo otros comercios.

«Un ser vivo»
“Un negocio es un ser vivo, se transforma constantemente. No te puedes quedar quieto”, asegura Luis Paracuellos, que dirige el taller artesanal de chocolate Capricho, situado en Don Jaime I, 25. El negocio experimenta una constante innovación de sus estrategias de negocio de la mano de Paracuellos: “Adaptamos las ideas que nos dieron los técnicos del programa y las nuestras, que vivimos el día a día de la tienda. La gente está acostumbrada al supermercado, a moverse por el local sin preguntar, así que cambiamos la distribución, colocamos mucha estantería y ganamos amplitud, que se traduce en comodidad para los clientes. Y ahora tenemos el obrador visible para que puedan ver cómo hacemos el chocolate”. Una transformación que no se entiende sin los valores del pequeño comercio: “Apostamos por la especialización, por la novedad, por materias primas aragonesas y por la calidad, tanto en nuestros productos y su presentación como en la atención al cliente”.

Y más allá del establecimiento físico, los comercios aprenden a sacar el máximo rendimiento a Internet como canal de ventas. Aquellos que ya disponen de una web reciben asesoramiento sobre cómo mejorarla y aprenden a mejorar el uso de las tecnologías.