Así funcionará el mercado de CO2

El sistema de comercio de emisiones, considerado la principal arma contra el cambio climático, nació en 2005 en Europa como herramienta para primar a las empresas menos contaminantes. El mayor mercado regional de dióxido de carbono (CO2) a nivel mundial regula a 12.170 instalaciones y 5.450 operadores aéreos, que suponen más del 40% de las emisiones de GEI del Viejo Continente.

El funcionamiento es simple: cada instalación u operador recibía una cantidad de derechos de emisión; si contaminaba más de esa cantidad debía comprar más derechos y si emitía menos podría vendérselos a otras compañías. Pero esta metodología, que se ha mantenido en los dos anteriores periodos (2005-2007 y 2008-2012), estrenará un nuevo sistema con la llegada en 2013 de las subastas.

En el caso de España, frente a una asignación gratuita de 147 millones de toneladas de CO2 que se repartieron las cerca de 1.000 instalaciones sujetas al comercio de derechos de emisión en 2010, sólo se adjudicarán directamente 76,68 millones en 2013. El resto serán subastados, un sistema al que tendrán que acudir las empresas que superen el límite de CO2 adjudicado y, sobre todo, las eléctricas, excluidas de la asignación gratuita.

Otros sectores que también han visto reducida su asignación de derechos han sido el de pasta y papel (un 54% menos), tejas y ladrillos (49% menos), cogeneración (39% menos) y la industria de refino (37% menos).

En noviembre comenzaron las denominadas subastas tempranas, realizadas a través de la plataforma EEX, que se celebran los martes y los jueves. La primera, del 13 de noviembre, cerró a un precio de 8,49 euros por derecho. Ese mismo día, la cotización en la bolsa de CO2 se situó en 8,41 euros.

España ingresó 7,8 millones de euros por esa primera subasta. Las cifras más optimistas hablan de que el Gobierno español, podría recaudar unos 1.500 millones de euros con las subastas, cifra que toma como base los 15 euros que contemplan los analistas.

La evolución de los precios parece impredecible, pero siguen lejos, no sólo de los 29,7 euros de su máximo histórico, en abril de 2006, sino también de los 20 euros con los que se preveía inicialmente que se movería este mercado.

La crisis ha reducido la actividad industrial, lo que se ha traducido en un descenso de las emisiones, pero también en un incremento de la oferta de derechos de emisión por parte de aquellas empresas que los tienen asignados y no van a utilizarlos (su venta está contribuyendo a sanear las cuentas de resultados de algunas industrias, según los expertos).

Precios a la baja

Ese exceso de oferta ha tirado a la baja del precio de la tonelada de CO2. A lo largo de 2012, los precios han mostraron una tendencia alcista en momentos puntuales, motivada principalmente por el anuncio de una propuesta de la Comisión Europea para intervenir en la oferta. A finales de noviembre, la Comisión retrasaba a 2013 su planteamiento de retirar derechos del mercado para subir el precio, haciéndolo caer hasta 5,96 euros a principios de diciembre.

Otro de los debates es el destino del dinero procedente de las subastas. La Directiva europea estipula que, al menos, el 50% debe destinarse a luchar contra el cambio climático. La última enmienda presentada en el Senado, y apoyada por PP y PSOE, señala que, a partir de 2013, el 90% de los ingresos se dedicará a financiar el sector eléctrico (fundamentalmente energías renovables), con un tope de 450 millones de euros, y el 10% a la política de cambio climático.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha reiterado en varias ocasiones que la política del Gobierno apuesta por reducir las emisiones de CO2 de España más allá de las subastas y la adquisición de derechos de emisión excedentes de otros países, ya que fuera de la industria adscrita al régimen de comercio de emisiones, el Estado es responsable de lo que contaminan el resto de la industria, el transporte y los hogares.

Una prueba de ello son los Proyectos Clima puestos en marcha este año, con los que se pretende promover la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El Fondo de Carbono creado por el Ejecutivo será el encargado de adquirir las reducciones verificadas que logren estos proyectos, contribuyendo a su viabilidad financiera.

La industria sujeta al comercio de derecho de emisión en España (cerca de mil instalaciones) emitió 132,66 millones de toneladas de CO2 en 2011, un 9,2% más, una subida atribuida al aumento de la generación de electricidad que utiliza carbón.

Aún así, se mantiene un superávit de derechos (18,24 millones) y, por tercer año consecutivo, las emisiones se mantienen por debajo del límite fijado por el Protocolo de Kioto (en 2005 fueron 180 millones de toneladas).

Informe de Factor CO2

Según el estudio de los mercados de carbono en España en 2012 de Factor CO2, muestra que los industriales siguen participando «activamente» en el comercio de derechos de emisión. Sin embargo, las operaciones de venta han bajado del 57,8% en 2011 al 35,5% en los últimos meses, debido a los bajos precios de mercado, el agotamiento de los stocks de derechos de emisión y el progresivo conocimiento de las nuevas normativas, más restrictivas.

Para las empresas, añade el informe, el comercio de emisiones tiene impactos en su gestión empresarial, sobre todo de tipo económico, pero la mayoría de ellas no repercute el precio del CO2 en sus productos. Sólo lo hace el 16% de las instalaciones, fundamentalmente, el sector eléctrico.

Fuente: Expansión