La Cámara de Comercio y la FP Dual

Por María Tosca, directora adjunta de Competitividad de la Cámara de Comercio de España

Reducir la alta tasa de paro juvenil y mejorar la cualificación de los trabajadores deben ser objetivos prioritarios de los poderes públicos y de los agentes económicos y sociales. Desde luego, lo son para la Cámara de Comercio de España que está firmemente comprometida en favorecer la empleabilidad de los jóvenes a través de diferentes acciones. Una de las más ambiciosas es el Programa de Formación Profesional Dual 4.0 que aúna teoría, práctica, digitalización y emprendimiento.

El Real Decreto 1529/2012 que regula el contrato para la formación y el aprendizaje y la formación dual pretende potenciar la promoción del empleo de los jóvenes a la vez que se refuerza la cualificación de los mismos. Todo ello mediante la formación en los centros de trabajo, bien con un contrato de aprendizaje o bien dentro del sistema educativo. Para ello necesitamos modelos sistemáticos que establezcan nexos de comunicación entre la escuela y la empresa, que en España, a pesar del notable incremento en los últimos años de acciones puntuales en este sentido, no existen. Además, la estructura productiva de España y el tamaño de sus empresas (99,8% de pymes) hacen necesario realizar esfuerzos añadidos para lograr el compromiso de las mismas, dedicando recursos a la formación dentro de la empresa. En este sentido, el papel de las Cámaras de Comercio es primordial para facilitar la conexión entre dos mundos tan distintos. La fortaleza de estas acciones que persiguen la inserción del alumnado en el mundo laboral durante el periodo de formación se asienta necesariamente en la cooperación estrecha entre las Administraciones, las empresas, los centros formativos y los actores sociales.

Hay que conseguir que se impliquen en el proceso las empresas idóneas y que la formación impartida se adecúe a las necesidades empresariales. Es importante que las empresas cuenten con tutores cualificados, tanto profesional como pedagógicamente. Y es también imprescindible realizar una evaluación continua y exhaustiva de todo el sistema. Desde el punto de vista empresarial, es necesaria una intensa labor de información y sensibilización. Según revela el Observatorio de Competitividad Empresarial sobre Formación, elaborado por la Cámara de Comercio de España, las empresas creen que es necesario mejorar la calidad de las prácticas en empresas como medio para aumentar la empleabilidad de los trabajadores. Sin embargo, seis de cada diez empresas desconoce qué es la Formación Profesional Dual y sólo un 8,7% participa en proyectos de este tipo.

Por todo ello, la Cámara de Comercio de España ha decidido poner en marcha un programa dedicado a potenciar la calidad de la participación de las empresas dentro de la Formación Profesional Dual. El programa se desarrollará a través de las cámaras territoriales que crearán un punto de atención para empresas especializado en Formación Profesional Dual. Uno de los objetivos finales de este punto de atención debe ser crear una base de datos de empresas participantes en la Formación Profesional Dual que cumplan con los requisitos de idoneidad. Debemos contar con empresas informadas y formadas. Nuestro objetivo es potenciar la participación de las empresas en la Formación Profesional Dual, como ya sucede en otros países europeos que presentan tasas de paro juvenil sustancialmente inferiores que las españolas. Hay que tener en cuenta que según Observatorio de Competitividad Empresarial sobre Formación antes mencionado, el 36,4% de las empresas ven como el obstáculo principal para participar en proyectos de FP Dual la falta de tiempo para tutelar a los estudiantes; el 33,3% el no disponer de puestos de trabajo para cubrir con estudiantes de FP; y el 23,6% no tener claro los beneficios que puede reportar a su empresa.

La participación de las empresas en el sistema de Formación Profesional Dual de España produciría así dos efectos: la mejora de la empleabilidad de los jóvenes y el aumento de la competitividad de las empresas.

Artículo visto en www.elconomista.es