Salvar la Cámara de Comercio. Artículo de José Luis de Arce (Heraldo de Aragón)

Artículo de José Luis de Arce, publicado en la edición de Heraldo de Aragón del 20 de noviembre de 2014

Hace unos días se anunciaba un ERE que afectaría a la totalidad de la plantilla de la Cámara de Comercio de Zaragoza, plantilla que ya ha quedado reducida de sus 100 empleados iniciales a los actuales 46, con perspectivas de quedarse en 30 si se cumple el plan estratégico trazado para sobrevivir. Pero la Cámara necesita una cierta liquidez para hacer frente a sus gastos y al pago de sus deudas, entre otras, las derivadas de los impuestos municipales. Y en busca de esa liquidez, acude a la DGA en busca de un aval por algo más de 4 millones de euros para garantizar préstamos bancarios que ya tiene concertados con un grupo de bancos. Como contrapartida ofrece a la DGA el patrimonio cameral, entre el que se encuentra un 42% de propiedad de la Feria de Muestras, el edificio de Isabel la Católica y los terrenos y edificios situados en la avenida San Juan de la Peña, todo ello por importe muchas veces superior al del aval solicitado; con el compromiso de vender parte del patrimonio de una forma ordenada y atender con los primeros cobros a la cancelación del aval.

La DGA ha dicho no a la operación – los avales son créditos de firma y no implican desembolsos de numerario – mientras por otra parte se va a incluir en el presupuesto para 2015 una inyección de 62 millones de euros para el grupo de empresas públicas que siguen languideciendo y consumiendo más y más recursos sin que muchas veces veamos cuál es su verdadera utilidad y cuyo proceso de reducción se alarga en demasía.

La Cámara zaragozana, institución que ha sobrepasado ya los 120 años de existencia, ha prestado sin duda importantes servicios a la ciudad y a las empresas. Sus actividades de formación limpias de negocietes y controversias, la promoción de misiones comerciales, la labor de internacionalización de las empresas, la promoción de la ciudad de Zaragoza a través de los certámenes que se celebran a lo largo del año en la Feria de Muestras, otra de las iniciativas de la Cámara, constituyen sin duda un importante activo, merecedor de mejor trato y de que por pasar un momento de apuro no quede al pairo de las circunstancias mientras otras instituciones, socias con la Cámara en muchos proyectos, se dediquen a mirar para otro lado.

Las cámaras de toda España han estado atravesando tiempos de inquietud e incertidumbre durante el largo proceso que ha supuesto la elaboración de la recién publicada Ley de Cámaras, que establece que las comunidades autónomas han de adaptar a la nueva Ley sus normas autonómicas al respecto antes del 31 de enero próximo.

Vamos a ver cómo responde a esta obligación nuestro Gobierno aragonés, que podría recapacitar si cabe ayudar a la supervivencia de esta notable institución facilitándole el tránsito hasta que se instaure con estabilidad la nueva situación. La Cámara ha hecho cuanto se le ha solicitado, incluyendo un plan estratégico que, por lo visto, no ha merecido la atención de la DGA.

Pensamos que no sería justo abandonar a su suerte a una entidad que desde la discreción y la eficacia ha hecho mucho, tanto tiempo, por esta ciudad y por esta tierra.