Emergen con fuerza: Kazajstán, Uzbekistán y Cáucaso

Estas repúblicas, anteriormente en un segundo plano, están protagonizando en el presente un papel crucial en el equilibrio comercial entre Europa y Asia, y están destinadas a protagonizar el desarrollo regional en la próxima década, con crecimientos en 2023 superiores al 5.5% de media. Los dos países más importantes del bloque, Kazajstán y Uzbekistán, crecieron concretamente al 5.1% y 5.8% respectivamente. ¿Por qué?.

Al crecimiento sostenido que venían protagonizando, se añade que buena parte del flujo de mercancías y cadenas de suministro que anteriormente tenían como epicentro al gigante euroasiático (Rusia), están atravesando alternativamente la región.

En este marco geopolítico y económico, tanto el sector privado como las Instituciones Financieras Internacionales concentran esfuerzos en fortalecer los lazos con estos mercados, implementando medidas para reducir las barreras arancelarias, apostando por nuevas rutas de transporte (Middle Corridor) o invirtiendo en la implantación comercial o productiva en países como Azerbaiyán, Georgia, Kazajistán o Uzbekistán.

Con más detalle:

KAZAJSTÁN

Continuará su crecimiento sostenido. El FMI ha publicado su previsión del PIB kazajo para el año 2024 que recoge un aumento del 4,2%, que vendrá impulsado por inversión pública y consumo del sector público. Las autoridades kazajas tienen una previsión del 5,3%. El déficit público está previsto que en el año 2024 se reduzca al 2,6%. En comercio bilateral, se prevé que se mantenga la mejora de la tasa de cobertura, y el fuerte aumento de las exportaciones españolas a Kazajstán en 2024, como continuación a lo sucedido en años anteriores.

Kazajstán posee importantes recursos paisajísticos y patrimonio cultural e histórico mundial. Además, cuenta con las condiciones básicas necesarias para el desarrollo de diferentes tipos de turismo (negocios, activo y de aventura en la naturaleza, cultural, educativo, sanitario, etc.).

El fuerte crecimiento de la economía y de la renta media hacen que Kazajstán presente, en el medio plazo, oportunidades muy importantes de negocio. La población, que ha alcanzado los 20 millones de personas en 2024 y las necesidades de infraestructuras son grandes. En cuanto a los bienes de consumo, conviene destacar una incipiente clase media, sobre todo urbana, que aumenta año tras año la demanda de productos importados.

Los núcleos principales de actividad económica son la zona del Caspio (yacimientos de crudo y gas); la región de Almaty, donde se encuentran las entidades financieras, comerciales y la actividad ferial y de negocios privados, Astaná, que es la capital política, y entorno urbanístico en proceso de creación y eje Karaganda-Ust Kamenogorsk (minería y metalurgia).

Las instituciones multilaterales (BM, BAsD, BERD), pueden ofrecer préstamos para la mejora de infraestructuras por el llamado Middle Corridor, que une Europa y China, atravesando Kazajstán.

Hay oportunidades en energías renovables, tratamiento de residuos sólidos urbanos, sector farmacéutico, infraestructuras urbanas, tratamiento de aguas residuales, equipamiento hospitalario, agroindustria, maquinaria, minería, transporte, bienes industriales y construcción.

UZBEKISTÁN

El FMI reconoce los esfuerzos de Uzbekistán desde que 2017 inició un proceso ambicioso de reformas para liberalizar la economía, si bien el nivel de renta es relativamente bajo comparado con otras economías emergentes. Aún así, el crecimiento para 2024 tiene una estimación del 4,7% según el FMI y su deuda externa es moderada.

Debido a su población y a su ubicación geográfica, Uzbekistán es una pieza clave de la integración económica de Asia Central. El país se perfila como uno de los eslabones principales de la llamada “Nueva Ruta de la Seda”, la iniciativa china de inversiones estratégicas en el ámbito de las infraestructuras para impulsar el comercio internacional. El país tiene la posibilidad de convertirse en un país de renta media-alta en una generación. El país pretende revitalizar el desarrollo de una verdadera economía de mercado y copiar el modelo económico de Kazajistán (la economía más consolidada de la región).

El equipamiento para la agricultura (invernaderos, sistemas de riego, digitalización), la industria alimenticia (envase y embalaje, logística y distribución, expositores refrigerados, etc) y el procesado del textil algodonero y confección son prioridades claras del Gobierno que abren posibilidades a nuestra exportación. Otros sectores que pueden crecer son los de muebles, cerámica sanitaria, azulejo de revestimiento, piedra natural o preparados alimenticios.

Hay oportunidades para ingenierías, consultorías y auditorías especialmente en proyectos de energía convencional y renovable, así como en agua, ya que se pretende conseguir el acceso a agua potable del 91% de la población para 2030, lo que supone inversiones en equipos para la reutilización de aguas (tratamiento) y eficiencia en el consumo. Por último, la nueva Estrategia UE de cooperación en Asia Central considera a Uzbekistán como país de importancia estratégica y también contempla aportaciones significativas para consultoría y asistencia técnica en diversos campos  .

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