Francia: Plazos de entrega de maquinaria nueva superiores a un año

Francia: Plazos de entrega de maquinaria nueva superiores a un año

En su informe económico de 2022, Axema, el sindicato de fabricantes de maquinaria agrícola, registra un aumento en el número de ventas de equipos agrícolas en el mercado francés del 16% en 2021 con respecto a 2020, alcanzando los 7.000 millones de euros, un récord. Si el mercado va bien, esta cifra refleja principalmente un aumento en el precio de las materias primas. El del acero a 500 euros la tonelada en octubre de 2020 se duplicó hasta alcanzar los 1.000 euros la primavera siguiente, antes de estabilizarse en torno a los 900 euros en la segunda mitad del año. Pero el conflicto ruso-ucraniano hizo que los precios se dispararan nuevamente, alcanzando los 1.800 euros a principios de la primavera de 2022. Otras materias primas también están experimentando un aumento significativo. La subida de los costos de producción respecto a 2021 se estima en un 20%, lo que se traduce en un alza en el precio de los equipos agrícolas.

El portal sectorial RESUSSIR informa en su artículo que todos los equipos agrícolas se ven afectados por el aumento de materias primas y la escasez de componentes. Estas carencias y la falta de visibilidad sobre la disponibilidad de componentes se traducen en un aumento de los tiempos de entrega. De una media de 8 semanas (de 1 a 40 semanas dependiendo de las marcas y productos), los plazos de entrega han aumentado a 19 semanas, anunciando algunos 60 semanas, o incluso entregas para 2024. Para muchos fabricantes, esto es un verdadero dolor de cabeza en cuanto a la definición del precio de venta de los equipos ante tales retrasos. Por esta razón, algunos fabricantes han optado por no tomar más pedidos antes de una fecha determinada, con el fin de acortar los plazos de entrega y, por tanto, tener visibilidad sobre los costes de producción y la rentabilidad de la empresa.

Sea como fuere, a la mayoría de los fabricantes (casi las tres cuartas partes de los encuestados en la encuesta de abril) no les quedó más remedio que recortar su margen, cuando a otros ya no les queda más remedio que apelar a la cláusula de dificultad económica. Este último permite a un fabricante, cuando lo activa, ofrecer al cliente la opción entre renegociar el precio de compra del equipo o cancelar el pedido pero por el momento, pocos fabricantes han activado esta cláusula.